Seguridad y mejores resultados quirúrgicos en laparoscopia con neumoperitoneo a baja presión
La insuflación de dióxido de carbono (CO2) durante las cirugías realizadas mediante laparoscopia modifica la fisiología cardiorrespiratoria de los pacientes intervenidos y contribuye a aumentar su dolor posoperatorio. Por eso, un grupo de cirujanos y matemáticos de la Universidad del Sur de Alabama (EE.UU.), dirigido por el Dr. William O. Richards, ha estudiado los resultados quirúrgicos, tanto antes como después de implementar un proyecto de mejora de la calidad del neumoperitoneo a baja presión, en 83 pacientes operados por laparoscopia.
Las conclusiones de su estudio se han publicado recientemente en The American Surgeon, la revista de la Sociedad Americana de Cirujanos Gastrointestinales y Endoscópicos (SAGES, por sus siglas en inglés).
Metodología
Los investigadores de la Universidad del Sur de Alabama estudiaron los datos de dos grupos de pacientes sometidos a laparoscopia. 42 de ellos fueron insuflados a presiones de CO2 estándar (15 mmHg), mientras que 41 fueron insuflados con presiones de CO2 bajas (de entre 8 y 12 mmHg). De todos ellos se obtuvieron datos como la puntuación de dolor, la dosis equivalente de morfina (DEM) intravenosa, la presión inspiratoria máxima (PIP, por sus siglas en inglés), el CO2 espiratorio final (EtCO2, por sus siglas en inglés) y la duración de la cirugía, además de los datos demográficos de cada paciente.
Resultados
El estudio ha demostrado que es factible operar con un neumoperitoneo a baja presión y que el cirujano puede aumentar la presión de CO2 hasta los 10-12 mmHg durante la intervención en caso de necesitarlo. Además, la dosis equivalente de morfina intravenosa posoperatoria disminuyó significativamente en el grupo de pacientes operados con baja presión intraabdominal (11,75 ± 10,41) en comparación con el grupo de pacientes operados con presión estándar (17,36 ± 18,1) (Test-T, P = 0,047).
Por su parte, las mediciones de CO2 espiratorio final (EtCO2) máximo medio durante la insuflación fueron significativamente más altas para los pacientes a los que se insufló a una presión estándar (31,40 ± 4,82) en comparación con los pacientes insuflados a baja presión de 8 mmHg (24,68 ± 4,19) y 12 mmHg (27,33 ± 3,85) (ANOVA de una vía, P < 0,00). 0001). Además, durante la insuflación de CO2 hubo un aumento significativo en el EtCO2 promedio en el grupo de presión estándar (42,07 ± 5,60) en comparación con el grupo de baja presión de 8 mmHg (37,59 ± 5,05) (ANOVA, P = 0,0096). Fue más probable realizar la insuflación de flujo constante a baja presión que en el modo a demanda (58 % frente a 33 %).
Conclusiones
La principal conclusión del estudio es que la insuflación del neumoperitoneo a baja presión para la realización de cirugía laparoscópica disminuye la presión inspiratoria máxima (PIP) y la absorción de CO2, evidenciado por un EtCO2 intraoperatorio más bajo. Además, los pacientes tienen una mejora significativa en el dolor posoperatorio, lo que se sustenta en la disminución de la necesidad de analgésicos. De forma general, los investigadores apuntan que es posible crear el neumoperitoneo a baja presión con un insuflador de flujo constante, como el sistema de insuflación inteligente AirSeal® iFS, resultando seguro y mejorando los resultados quirúrgicos de los pacientes.
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